Dejar el pañal es un logro muy importante para la vida
de un niño, es un gran paso en su proceso de autonomía e independencia. Además,
revela un dominio significativo de su cuerpo, lo que además de ser importante
para su desarrollo físico, es muy grato para él. Así como muchos otros hitos
del desarrollo, dejar el pañal (el poder controlar esfínteres) se da en
momentos diferentes para cada niño y de formas diferentes, por ejemplo, algunos
aprenderán muy rápido, otros más lento y algunos tendrán varios accidentes
hasta consolidar su aprendizaje. Sin embargo, sea cual fuere el caso, hay
algunas recomendaciones generales que pueden ayudarnos a que éste proceso sea
lo más positivo posible, que brinde alegrías y “recarga” de autoestima para
toda la familia.
Cuándo empezar
Aunque cada proceso es personal, la gran mayoría de
niños logra dejar el pañal entre el año y medio y los tres años. Dicho esto, la
edad es secundaria en realidad, más importante es que haya logrado ciertos
“pasos” previos, dos fundamentales. Un niño está listo para dejar el pañal si
ya es capaz de (1) reconocer cuando tiene ganas de hacer sus necesidades y (2)
puede controlar el deseo por un rato, como para poder ir hasta el baño sin
accidentes en el camino. Entonces, ayudémoslo a estar listo:
Ayudémoslo a reconocer
cuándo tiene ganas de hacer sus necesidades
Este logro tiene un paso previo, la capacidad del niño
de reconocer sus sensaciones corporales, y ésta capacidad se adquiere de a
pocos.
Como papás podemos favorecer este importante logro
desde muy temprano. (Además, cabe mencionar que reconocer sensaciones
corporales no solo permite controlar esfínteres sino que es muy importante en
muchas esferas de nuestra vida). Desde que el niño es más pequeño y aún estamos
claramente lejos de sacarle el pañal es muy importante expresarle cada vez que
le cambiamos el pañal por qué lo estamos haciendo “estas mojado” o “estas
sucio” puede ser suficiente, pero siempre apuntando a que él también se dé
cuenta que está mojado y/o sucio, de ayudarlo a reconocer cómo se siente estar
mojado o sucio. Igualmente, es importante ayudarlo a reconocer todas sus
sensaciones corporales, por ejemplo, puedes hacerle notar cuando hace calor y
cuando hace frio, contarle que por eso le quitas o pones la casaca.
Una sugerencia importante y en la misma línea es
evitar sólo tocar u oler al niño para reconocer si hay que cambiarlo. Acompaña
este gesto con palabras, explícale porqué lo estás haciendo. Además acá hay un
punto evidente para nosotros pero muy importante y no tan obvio para el niño:
el adulto no puede sentir si el niño se ha ensuciado, sólo él puede sentirlo.
No es mala idea preguntarle al niño antes de revisarlo, especialmente si el
niño es más grande, pero en realidad nunca es muy temprano para hablarle a un
niño. Tú mismo puedes contestarte en voz alta luego de revisarlo y hacerle
saber la respuesta.
Por último, muchas veces los adultos somos capaces de
notar cuando un niño está haciendo sus necesidades en su pañal, ayudémoslo a
hacerse consiente de lo que está haciendo. Cuando acabe digámosle qué acaba de
hacer y contémosle cómo nos hemos dado cuenta, sea “te fuiste a una esquinita”,
“te pusiste muy rojo”, “te vi pujando” o cualquier otro, cualquiera de esas
frases o similares son suficiente y los ayuda mucho a que reconozcan sus
experiencias corporales.
Nos daremos cuenta cuándo un niño ha logrado reconocer
sus ganas de ir al baño cuando logre comunicarlo, cuando antes de haber ya
ensuciado su pañal puede decirnos que lo va a hacer. ¡Este es un gran logro! No
dejes de felicitarlo.
Ayudémoslo a retener la orina y las heces por un momento
Es
recomendable empezar el entrenamiento de quitarle el pañal sin quitar el pañal
aún. Es decir, ya usar la basenica o el water
pero seguir usando el pañal. En esta
parte del proceso, que puede durar días o semanas es cuando nos daremos cuenta
la capacidad del pequeño de aguantar. Muchos niños empiezan avisando cuando ya
están sucios o mojados y este es un gran paso, ya están sintiendo que su pañal está
lleno y están avisando, pero aún falta un poquito antes de poder quitárselo. Celébrale
que haya
avisado cuando ya estaba sucio y pídele que la próxima vez avise antes
de haber hecho. Hazle énfasis en que debe avisar cuando la orina o las heces
aún están en su cuerpo y ya necesitan salir.
Anda
lo más rápido posible al baño, aliéntalo para que retenga y aplaude sus esfuerzos,
incluso cuando no lo logro, el esfuerzo también merece un aplauso.
Cómo empezar
Es importante empezar familiarizando al niño con el
proceso del baño en general. Es común que los niños sean la audiencia de papá y
mamá en el baño, ya que muchas veces los siguen a todos lados, pero no siempre
se hace explicito qué se están haciendo ahí. Ahora es el momento de explicarles
qué está pasando en el baño y que los adultos van al baño porque no usan pañal.
También es útil que se sienten en el water
o en el basín para que se vayan sintiendo cómodos en éstos. Incluso hay muchos
niños con rutinas digestivas muy marcadas, los papás ya saben incluso a qué
hora ensuciarán el pañal, ésta es una oportunidad para empezar a hacer sus
necesidades en el baño incluso cuando aún no estén listos para dejar el pañal.
Si tienen una experiencia agradable van a querer repetirlo y estarán muy
motivados.
Cómo mencioné, es muy bueno empezar sin quitar el
pañal, esto para evitar que haya accidentes y tanto el niño como los adultos
que están ayudando en el aprendizaje se frustren. Esto nos facilita alegrarnos
por cada pasito logrado, si el niño no logra hacer sus necesidades en el baño igual
habrá algo por celebrar (y no habrá nada extra que limpiar).
Es muy útil y bueno para el autoestima del niño
hacerle notar cómo los niños grandes y los adultos de su alrededor que admira
usan ropa interior y no pañal. Esto le dará al niño interés y motivación para
aprender. Luego de algunos días en los que el niño logra ir al baño y el pañal
está constantemente limpio ya es recomendable no usar pañal y empezar con la
ropa interior. En este momento es una buena idea ir a comprar la ropa interior
junto con el niño, hacerlo un momento importante y hacerlo sentir importante
por usar ropa interior.
Es fundamental hacer de este proceso un motivo de
orgullo, ¡y claro que es un motivo de orgullo! Así que no dejes de decírselo. Cada
paso es importante y da cuenta de muchos logros así que cada paso debe ser
celebrado. No dejes de darle ánimos y palabras positivas y cuando tenga un
retroceso no tengas duda que va a seguir avanzando.
Es parte del proceso
Los accidentes (ensuciarse en la ropa) son comunes y
parte de la consolidación del aprendizaje. No nos desanimemos y no desanimemos
al niño. Si ya dejó de usar pañal es muy importante no regresar a él. Esto
suele ser una consecuencia de que los papás creen que en realidad no estaba
listo y no ha aprendido, por eso, al hacerlo le dan al niño una sensación de
vergüenza y derrota que no necesita. Por eso, es mejor no quitarle el pañal si
no crees que está listo. Sin embargo, una vez que ya se lo quitas, no creas que
un accidente significa que no estaba listo, sencillamente es un accidente y
poder superarlo sin mayores malestares será muy bueno para el pequeñito.
Por otro lado, el dejar el pañal puede traer una
mezcla de sentimientos a grandes y pequeños. Dejar el pañal es un paso muy
grande en la independencia del niño, además normalmente se da cuando ya duerme
en su propia cama, come solo y está aprendiendo a hacer varias cosas por sí
mismo como vestirse o lavarse los dientes. Entonces, este aprendizaje se suma a
la lista de cosas que le dan orgullo a los papás, orgullo de ver a su pequeño
tan grande; se suma también a la lista de cosas que le generan autoestima y
sensación de eficacia al niño. Pero del otro lado, también puede traerles mucha
melancolía a los papás, ver crecer a los hijos no es fácil y este aprendizaje
hace más evidente que hay que despedirse de la etapa infantil. Por su parte, el
niño también añora sus momentos de bebe, donde recibía muchas más atención y
cuidados. Esta mezcla de sentimientos es normal y hasta positiva pues reconoce
que el crecer trae cambios, pero no es bueno permitir que la añoranza por una
etapa más infantil nos haga no colaborar con este aprendizaje.
Por último, este proceso nos trae una oportunidad importante
para hablarles a los niños del cuidado y el respeto al cuerpo. ¿Por qué les
cambiamos el pañal inmediatamente han hecho pufi?
¿Por qué el wáter está dentro del
baño? ¿Por qué nadie nos acompaña al baño cuando somos adultos? Hay que
hacerles explícito que estamos cuidando su cuerpo, que las partes privadas no
se exhiben en público y que los cuidados que damos a su cuerpo los hacemos con
respeto. Esta es una buena oportunidad para demostrárselos y decírselos.
Mag. María-Paz
Sáenz
No hay comentarios:
Publicar un comentario